La manzana es una fruta de pulpa blanca y jugosa, de agradable sabor, forma redondeada y piel fina, que puede ser de color rojo, verde o amarillo. Es frecuentemente utilizada como un símbolo de salud debido a sus múltiples propiedades, que aportan gran parte de las vitaminas y minerales recomendados a ingerir diariamente.
Entre los nutrientes de la manzana se encuentran el potasio, magnesio, fibra, vitamina E, provitamina A, vitamina C e hidratos de carbono.
Propiedades
Según estudios epidemiológicos el consumo frecuente de manzana ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares como infartos o accidentes cerebro vasculares. También inhibe la oxidación del colesterol LDL, disminuye el colesterol total y protege el endotelio.
De igual modo, alivia el estreñimiento y reduce el riesgo de padecer hemorroides. La pectina (fibra presente de manera natural en las frutas) es capaz de mejorar la microbiota, lo que favorece el funcionamiento del organismo y la actividad intestinal.
Las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes son otros de los beneficios de consumir manzanas, protegen frente a enfermedades como la diabetes o los trastornos inflamatorios del colon.
Asimismo, la ingesta de manzana nos proporciona una sensación muy refrescante, que además contribuye a saciar el apetito, lo que la convierte en una aliada a la hora de perder peso. Además, masticar manzanas estimula la secreción de saliva, lo que reduce las bacterias que causan las caries dentales.
Piel de la manzana
La piel o cáscara de la manzana tiene valiosos micronutrientes, los médicos y expertos y nutrición recomiendan que no se desperdicie y siempre sea consumida. Es rica en fibra y contiene ácido ursólico, que es un compuesto que mejora la fuerza y la resistencia, favorece la pérdida de grasa y retrasa el envejecimiento de la memoria.
Dato curioso
Existen un total de 7500 tipos o variedades de manzanas alrededor del mundo. Los países que más producen esta deliciosa fruta son: China, Estados Unidos, Turquía, Polonia e Italia.