Con la realización de más de 100 testeos científicos en campos argentinos se confirman resultados notables mediante el tratamiento de cultivos con productos biológicos. Son 100% naturales, no dejan residuos químicos, y son seguros para el planeta y el ser humano. Además, potencian la calidad y productividad, demostrando en el 80% de los ensayos un rendimiento semejante o superior a los productos químicos.
La innovadora y revolucionaria noticia causó sorpresa en el trigésimo primer Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), desarrollado del 9 al 11 del mes en curso, en la ciudad argentina de Rosario.
Su ponente fue Christian Alessio, gerente de Investigación y Desarrollo de la empresa alemana Helm, multinacional con historia familiar originada en Hamburgo hace 120 años, y con más de 100 sucursales en 30 países.
Punto de inflexión para el productor
El anuncio es un punto de inflexión, que impacta en la difícil decisión que atribula en cada campaña a los productores, sobre si está probada la eficiencia y seguridad de los productos biológicos en reemplazo de los agroquímicos para el tratamiento de semillas y como fertilizantes, herbicidas, plaguicidas, entre otros.
Incluso, según Helm, en escenarios como la sequía que azotó últimamente a la región, los productos biológicos, cuya composición nuclea organismos vivos, “ofrecen mejores resultados (que los químicos) ya que revitalizan la estructura física y química del suelo, y el cultivo mejora su capacidad para resistir y recuperarse del estrés abiótico”. Agrega, que “la mejora en la microbiología del suelo genera más biodiversidad, más microorganismos benéficos y menos patógenos”.
A la vez, la siembra de semillas de compuestos 100% biológicos genera más raíces secundarias, aumenta la longitud de la raíz principal y dota de mayor biomasa y arquitectura radical, lo cual ayuda a las plantas a explorar el terreno y alimentarse mejor.
La estrategia tecnológica y de avanzada propuesta por la corporación alemana incluye herramientas para optimizar el proceso agrícola, tales como el análisis físico químico de los suelos, el uso de bioinsumos, el escaneo de imágenes de satélite y datos captados por drones, el examen microbiológico metagenómico, y los datos climáticos de las estaciones meteorológicas con información precisa en tiempo real.
Christian Alessio aseguró, que el costo del bioinsumo “es similar al de los tratamientos químicos de punta o de mejor tecnología, con lo cual el factor económico no debería ser una barrera para adoptarlos”.
En tanto, la publicación del Agricultural Biologicals Report, “The context network (2022)”, augura un crecimiento mundial del uso de bioinsumos del 10,5% anual hasta 2030.
Alemania y Argentina: cooperación para el agro
En coincidencia con esta factible utopía sustentable y sin residuos químicos, se lanzó el proyecto “Diálogo Argentino-Alemán sobre Innovaciones Agropecuarias Sustentables”, que trabaja en la planificación y establecimiento de mecanismos de cooperación entre Argentina y Alemania mediante actividades conjuntas, proyectos colaborativos, contribuciones de especialistas, intercambio internacional de experiencias y gestión del conocimiento.
Ofrece además la atractiva plataforma AgTech.AR , que busca la vinculación y colaboración entre startups, productores, inversionistas, universidades e innovadores y emprendedores, para promover soluciones tecnológicas que aumenten la sustentabilidad y competitividad de la agrobioindustria argentina.