La vibrante y cambiante atracción del mundo por el magnetismo de Sudamérica con sus metales preciosos, minerales y materias primas está seducida cada vez más por una cautivadora copa de vino.
Gracias a la voluptuosa naturaleza sudamericana, favorecida por el clima y topografía de su territorio, aquí se producen de los mejores y más finos vinos del planeta.
Desde principios del siglo XX, la gran inmigración europea trajo en sus maletas metodologías vitícolas y vinícolas, y variedades de vides desconocidas.
Con uvas y secretos -heredados y adecuados a la región- de Francia, Italia, España y Portugal, actualmente existe una consolidada industria de vinos tintos, blancos, rosados y espumantes que lideran Argentina y Chile, y que últimamente agrega a Uruguay como potente productor.
El ingenio de los «varietales»
Hace 50 años, lo que hoy reconocemos como “varietales”, fue más una inteligente estrategia de marketing, que la denominación de la uva que da vida al vino.
Robert Mondavi, un norteamericano descendiente de familia italiana, que estableció su primera bodega en Napa Valley, California, en los 60, ingenió esta eficiente competencia que despojó a Europa del “estigma” de ser tutelares de la denominación del vino según su lugar de origen.
El borgoña, champagne, chianti, jerez, oporto, etc. dejaron de imponer “visas” para el pasaporte de vinos de iguales uvas en diferentes lugares del mundo.
Tras un proceso de exploración y desarrollo de los mejores hábitats para las distintas vides, aparecieron los varietales: cabernet sauvignon, cabernet franc, malbec argentino, carménère chileno, tannat uruguayo, merlot, chardonnay, pinot noir, syrah, riesling, moscatel, y la lista sigue…
El premiado malbec, argentino de pura cepa
Considerada la mayor impulsora del vino en la región, gracias principalmente a su exclusivo y exquisito tinto malbec, Argentina adoptó y cultivó esa cepa francesa con gran éxito por su compatibilidad con el territorio.
También las bodegas argentinas se distinguen por su premiada excelencia de sus cabernet sauvignon.
Este año, la 39° edición del International Wine Challenge (IWC), considerado el concurso más riguroso, imparcial e influyente del mundo, distinguió a dos malbec argentinos, únicos sudamericanos entre los 25 campeones: el “Tradición” (2022), de bodegas Susana Balbo, y “Artesano” (2021), de bodegas Argento.
Chile, tierra de vinos
Los vinos de Chile también están entre los mejores del mundo en la selección y premiación de los consumidores y enólogos.
La topografía y clima chilenos son ambiente sumamente propicio para los viñedos.
Su uva emblema es un derivado del merlot francés, el carménère, suave, atractivo y delicioso tinto.
El tannat, poderoso charrúa
En Uruguay, la cepa estandarte, tannat, brinda un tinto singular y poderoso, con alta graduación y áspero. Un carácter local que hoy se hizo más seductor y mundano. Las bodegas vanguardistas lo suavizan y armonizan, con dejos de frutos rojos, especias y terrosos.
El tinto tannat se exporta a 47 países. Uruguay es el principal productor mundial de su uva. Su fama creciente impulsa el enoturismo, que convoca a recorrer el Mapa del Vino.